jueves, 22 de mayo de 2008

Sopa de alcachofa con corazón relleno



Hoy aprovechando mi ánimo culinario y dado que no estoy trabajando, osea tengo tiempo, que tengo que aprovechar antes de que se me acabe la libertad, porque los santos de mi madre son muy eficaces, me aventuré a hacer una sopa con 4 alcachofas que había comprado en el Montsefrut de camino a casa.
Como nunca había hecho ni probado la sopa de alcachofas, primero busqué por internet a ver que había. Leyendo por aquí, por allá, de pasada aprendí los beneficios de la Cynara scolymus, como su efecto diurético y que incluso Pablo Neruda le escribió una oda.

Finalmente, partiendo desde una receta como base y siguiendo con mi inventiva y lo que había, hice lo siguiente:
1. Cocí 4 alcahofas en agua con sal hasta que probé una hoja que estaba blanda.
2. En el vaso de la miniprimer rasqué con un cuchillo la carne de cada hoja y reservé aparte los corazones. Esta parte puede ser dura, pero se puede aprovechar para reflexionar y hacer introspección personal. 
Otra alternativa es ahorrarse los pasos 1 y 2 y comprar corazones de alcachofa en conserva.
3. En una olla con un poco de aceite dorar media cebolla picada con sal y pimienta.
4. Pasar la cebolla junto con la carne de alcachofa por la miniprimer e ir añadiendo leche hasta que tenga la consistencia deseada.
5. Previo paso por el colador (o un chino) echar a la olla toda mezcla y calentar con un poco de mantequilla, nuez moscada y un chorro de vino blanco.
6. Antes de servir trocear un corazón de alcachofa en cada plato a modo de tropezones.

Con los dos corazones restantes se puede hacer lo siguiente:
1. Cocer 2 huevos, hasta que queden duros.
2. Molerlos y mezclarlos con salsa de tomate (aquí usamos una muy rica del supermercado en botella).
3. Rellenar los corazones con este molidillo.

Se puede poner en el centro del plato sopero o aparte, que es lo que hicimos nosotros. Un vinito blanco es ideal para acompañar.

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